lunes, 29 de enero de 2007

Borges, el gran escritor latinoamericano


El día en que Borges apoyó a Pinochet

Durante toda su vida el escritor latinoamericano más influyente del siglo XX navegó contra la corriente. Y el 22 de septiembre de 1976 no fue una excepción. Ese día, Jorge Luis Borges aceptó el homenaje del militar más rechazado por la intelectualidad de Europa y América Latina. Por eso se quedó sin Premio Nobel. Y el Nobel se quedó sin Borges.


En la Universidad de Chile, Borges pronunció un discurso inolvidable por lo polémico y sorprendente por lo categórico: "En esta época de anarquía sé que hay aquí, entre la cordillera y el mar, una patria fuerte". El mismo día el escritor argentino Jorge Luis Borges se convertía en doctor Honoris Causa de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Chile.

Durante la ceremonia, celebrada en el salón de honor de la casa central de la "U" y presidida por el entonces rector delegado Agustín Toro,Borges pronunció un discurso inolvidable por lo polémico y sorprendente por lo categórico: "Hay un hecho que debe conformarnos a todos, a todo el continente, y acaso a todo el mundo. En esta época de anarquía sé que hay aquí, entre la cordillera y el mar, una patria fuerte. Lugones predicó la patria fuerte cuando habló de la hora de la espada. Yo declaro preferir la espada, la clara espada, a la furtiva dinamita, Y lo digo sabiendo muy claramente, muy precisamente, lo que digo. Pues bien, mi país está emergiendo de la ciénaga, creo, con felicidad. Creo que mereceremos salir de la ciénaga en que estuvimos. Ya estamos saliendo, por obra de las espadas, precisamente. Y aquí ya han emergido de esa ciénaga. Y aquí tenemos: Chile, esa región, esa patria, que es a la vez una larga patria y una honrosa espada".



CON PINOCHET
Borges se reúne con Pinochet el 22 de septiembre de 1976, a las 10 horas, en el edificio Diego Portales. Lo acompaña el embajador argentino Hugo Matiello y el rector delegado de la "U". Después Borges se entrevista con Leigh y toma "agüitas" con él. A las 13.15 horas de ese mismo día, en el aeropuerto Pudahuel, el escritor trasandino toma el avión que lo traslada de vuelta a Buenos Aires. Se despedía de Chile. También del Premio Nobel.
Tras el encuentro con Pinochet, Borges declaró: "Yo soy una persona muy tímida, pero él (Pinochet) se encargó de que mi timidez desapareciera, y todo resultó muy fácil. El es una excelente persona, su cordialidad, su bondad... Estoy muy satisfecho... El hecho de que aquí, también en mi patria, y en Uruguay, se esté salvando la libertad y el orden, sobre todo en un continente anarquizado, en un continente socavado por el comunismo.

Yo expresé mi satisfacción, como argentino, de que tuviéramos aquí al lado un país de orden y paz que no es anárquico ni está comunizado".

Borges había llegado a Chile pasadas las 18 horas del miércoles 15 de septiembre y fue recibido en el aeropuerto Pudahuel por el vicerrector de Extensión y Comunicación de la Universidad de Chile, Ricardo Alegría.

A tres días de su arribo al país, el 18 de septiembre, se reunió con la escritora chilena María Luisa Bombal y dio una conferencia de prensa de una hora de duración en el Hotel Sheraton San Cristóbal, donde dejó muy clara la simpatía que le tenía al régimen militar chileno.

"(Lo defiendo) porque emocionalmente sentí que debía hacerlo. Ahí posiblemente ha hablado mi emoción más que mi forma. Los he defendido por razones emocionales ante todo y porque soy enemigo del comunismo. Creo que eso no es ningún misterio. No lo he podido ocultar. Yo siempre he sentido afecto por Chile y me parece que si ahora Chile está salvándose y de algún modo salvándonos, le debo gratitud. Yo, como argentino, le debo gratitud".



PREMIO NOBEL
Además de asegurar que nunca había leído un diario en su vida -"lo contemporáneo me interesa menos que el pasado. Las noticias realmente importantes me llegan de todos modos"-, Borges se refirió al Premio Nobel y a su aparente desinterés por conseguirlo: "El Nobel se da por muchas razones y una importante es la distribución geográfica. Como se han dado algunos galardones a América Latina, supongo que los próximos caerán en Asia y Africa y es posible que a futuro se lo den a un escritor de Groenlandia. Recuerdo que en vísperas de la entrega del premio Nobel,estaba en Estocolmo y fueron los periodistas a verme. Me hablaron del premio. Les dije que (obtenerlo) sería un error que yo agradecería, pero que sería un error. Y que hay dos escritores (que lo merecen) que mencioné: Andre Malraux y Pablo Neruda. Les dije: ahí tienen dos candidatos. Esos sí pueden ser tomados en serio. Pero en cuanto a mí,sería agregar un error a los otros ya cometidos por la academia. De modo que no los adulé tampoco (a Malraux y Neruda).
Al referirse a Neruda, Borges indicó: "Creo que fue un gran poeta. Y creo algo con lo que ustedes quizás no están de acuerdo. Yo abomino del comunismo, pero pienso que el comunismo le hizo bien a Neruda. Si no hubiese sido un poeta político, habría sido un mal poeta".

El escritor argentino más influyente del siglo XX sabía que arriesgaba el Nobel por venir a Chile a rendir pleitesía al gobierno militar. Pero nunca lo había intimidado en absoluto navegar contra la corriente, contra la voz oficial, contra el pensamiento políticamente correcto, contra los lugares comunes: "Lo importante es la hombría de bien, ser un caballero que no sacrifica lo que piensa por un premio".

1 comentario:

Makeka Barría dijo...

Te felicito!!!!
Me di el tiempo de leer y revisar este excelente blog y me da mucho gusto de encontrar gente leal que honra la memoria de nuestro querido General.
Saludos desde la IX regiòn.
Un abrazo.